Resulta
interesante poner el foco en una de las prácticas que se instalan y agudizan,
sobre todo entre los jóvenes, con la aparición de Internet al servicio de la
música surge la práctica relacionada con el compartir e intercambio de archivos
musicales, más conocido como intercambio entre pares (en inglés peer to peer,
P2P).
Los
sistemas informáticos P2P presentan dos características principales. La primera
es que éstos posibilitan el intercambio, la distribución y la reproducción
masiva de los productos culturales bajo la forma de archivos informáticos de
audio, texto, imagen y video que circulan a través de Internet como recursos
libres y gratuitos, es decir, no es necesario pagar por ellos ni para
obtenerlos ni para cederlos. La segunda es que estos sistemas logran
desarrollar rápidamente lo que se denomina ‘escalabilidad de redes’, es decir,
que el valor de su red aumenta exponencialmente con el número de usuarios que
se conecta a ella. Estas características hacen que los sistemas P2P presenten
tasas de crecimiento superiores a cualquier otro sistema informático que opera
en Internet. (Calvi, 2004)
Siguiendo
la investigación realizada por Juan Calvi, distingue dos períodos de desarrollo
de los sistemas P2P: el primero de 1999 al 2001 donde se desarrollan los
primeros sistemas de intercambio P2P como Napster y Gnutella, con la caída del
primero y la decadencia del segundo; el segundo período comprendido de 2001
hasta el cierre de su investigación en 2003, aunque se puede extender hasta la
actualidad en 2014, de desarrollo de una nueva generación de sistemas de
intercambio P2P que logró superar a los dos modelos anteriores como son Kazaa,
Morpheus, y otros sistemas menores. (Calvi, 2004)
El caso de Napster es un claro ejemplo del aumento
del valor de la red a partir del aumento del número de usuarios y de la reacción
que produjo en la industria musical, “Cuando
Napster se volvió popular y consiguió una cantidad de usuarios que ascendía a
millones, la industria de la música ya no pudo seguir observando de brazos
cruzados el modo en que millones de anónimos se ocupaban de la distribución
gratuita de sus canciones preferidas y llenó a la empresa Napster Inc. de
demandas judiciales.”, plantea Mercedes Bunz sobre la caída de Napster.
Es por tal motivo que las empresas multinacionales que
dominan la industria discográfica pretenden extender la explotación de los
derechos de autor a los entornos digitales, se pretende mantener la explotación
de productos culturales de entorno analógico en Internet, olvidando la
característica de reproducción ilimitada de los productos culturales en el
entorno digital, como se manifiesta en los sistemas P2P. La
importancia y magnitud que alcanzaron los sistemas P2P han desestructurado una
industria fonográfica que ve con malos ojos el intercambio de archivos
musicales sin obtener el rédito económico que si lograban en la etapa analógica
cuando podían controlar la producción, venta y consumo de fonogramas. El caso
Napster es paradigmático en la iniciativa de sanciones y el surgimiento de
medidas restrictivas por parte de la industria discográfica para evitar el
intercambio y la descarga de archivos musicales en Internet.
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